Hay algo masoquista en el asunto.
Confiésalo. Te encantaba secretamente la sensación.
Pero ya es suficiente. Tanto tiempo de tenerte ahí agazapada, chupando sangre es suficiente.
Intentar quitarte es doloroso, mejor dejarte. Igual ni molestabas.
Solo estabas ahí, pegada… succionando cual garrapata Vampiro.
Fuiste hábil y yo débil para tomar la decisión.
No te guardo rencor. Simplemente ahora eres un apéndice que no me sirve para nada.
Te abandono, me desprendo de tus garras para aliviar mi peso y poder seguir.
Es el tiempo.
Es la hora.
Nos lo merecemos.
Comentarios