(antes de la segunda entrega del relato, ofrezco un entremes con este poema)

Callejón… Callejón
Me encantan tus paredes
me ilusionan tus caminos,
me esclavizan tus peldaños
y no quiero ya salir.
Asfixiado por tus sendas,
eres recto y con salida.
Sin embargo te deseo
en la esencia del laberinto.
Masoquismo gratificante
es avanzar tu recorrido,
ir descubriendo tus encantos.
Aunque muera en el intento.
Pero ya no quiero andar más
tu laberinto me intoxica.
¿Para qué andar contigo?
Si no te dejas recorrer.
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