Este 31 de octubre tiene dos
significados grandes para mí y ninguno tiene que ver con Halloween. Para esta fecha ya los bogotanos sabrán cuál
es su nuevo alcalde y yo cumplo 3 años exactos de haber dejado de trabajar en
la oficina de prensa de la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Éramos ocho recién egresados de
Comunicación Social-Periodismo, quienes llegamos a conformar el nuevo equipo de
comunicaciones en el 2009. El mandato de la “Bogotá Positiva”, slogan que según las directrices dadas por
Andrés Rojas, asesor de comunicaciones, se debía posicionar.
En mi caso, ya había tenido
experiencia laboral en periodismo pero nunca en el terreno político y la
vivencia resultó mucho más ilustradora que lo que jamás imaginé. Las tareas
eran básicamente realizar notas periodísticas para el portal web de la alcaldía
y el noticiero semanal sobre la gestión del alcalde, convocar a medios a ruedas
de prensa y realizar monitoreo de prensa.
Esta última tal vez era la más
tediosa de todas mis funciones, pero estuvo justificada por un hecho que desde
un comienzo caracterizó la relación de Samuel Moreno con la prensa. El hijo de
“La Capitana” debía visibilizar su labor en los medios, teniendo claro que
todos los ojos estaban puestos en ver
cuando iba a equivocarse. Lamentablemente para él y para la ciudad, esa
oportunidad esperada efectivamente sucedió.
Durante 8 meses, que estuve
laborando en esa oficina de prensa el ritmo de trabajo fue intenso, aunque
según el periodista Fernando Rodríguez, mi mentor en esa oficina y quien
falleció el año pasado, el nivel de trabajo en las anteriores administraciones
era mayor. Mi horario entre semana
empezaba a las 6 de la mañana y culminaba a las 2pm, hora en la cual entraban
otros cuatro compañeros y hacían el relevo hasta las 10 de la noche.
Este itinerario era para quienes
nos quedábamos en la oficina del Palacio Liévano haciendo monitoreo, actividad
básicamente enfocada en tomar apuntes de toda la información que en los medios
saliera sobre la Alcaldía: temas de orden público, política y demás que fueran
de interés para Moreno Rojas y su
gabinete. Así, el Alcalde Mayor se informaba de todas las noticias en reportes
que llegaban a su blackberry cada cierto tiempo. Solo uno de nosotros iba a los
eventos a hacer reportería de manera aleatoria.
Siendo honestos con los hechos,
la mayoría de información que se reunía en el monitoreo no alcanzaba a ocupar
ni la mitad de los actos y propuestas que Samuel Moreno realizaba en su agenda.
Superficialmente puedo contabilizar que estuve por semana por lo menos en una
inauguración de colegio, calle pavimentada o jornada de salud. Gracias a esta
labor de reportería conocí zonas de la ciudad insospechadas, con sus realidades
sociales tan complejas.
Acompañando al huésped del
Palacio Liévano viví la crisis por la muerte del congresista José Fernando
Castro Caycedo en el capitolio, la liberación de Ingrid Betancourt, la muerte
de Fanny Mickey y cientos de eventos en los que hizo presencia el burgomaestre.
No había duda, este era un alcalde mediático.
Moreno Rojas se tomó foto con
Steve Tyler y Hillary Duff, así como con altos dignatarios y empresarios.
Inauguró colegios y hospitales y le dio a Bogotá muchos globos aerostáticos en
su cumpleaños número 470. Prometió a la ciudad un metro y le dejó un carrusel.
Sobreexposición mediática que al final terminó afectando la percepción sobre su
gestión.
El balance 3 años después es
valioso, aunque no deja de ser complejo intentar manejar la imagen del hombre al
frente del segundo cargo más importante del país. Creo que ha sido una de las
mejores escuelas que pude tener junto a mis 7 colegas. Ninguno de ellos trabaja
ahora en la Alcaldía y su destino ha sido bien diferente que el de Moreno
Rojas, quien ahora enfrenta 12 meses de suspensión y otra serie de procesos en
su contra.
Dos compañeras se encuentran
fuera del país realizando una maestría.
Otro estudió becado en la Universidad de los Andes y ahora
hace parte de un grupo de investigación de la misma universidad. El más
destacado de ese grupo hace poco ganó el
premio Simón Bolívar en la categoría periodismo joven televisión y lo propio
hizo otra compañera al fundar su propio
medio comunicación en internet, que se especializa en el sector musical.
Solo una compañera siguió vinculada
al tema político, trabajando para medios locales y políticos y también el colega que ahora hace parte
del staff de periodistas del canal
público de la ciudad.
En mi caso, he tenido
experiencias laborales interesantes después mi paso por la alcaldía. Aún me hablo con
varios de mis colegas y siempre será una experiencia bacana para recordar
Por cierto, Moreno no era buen administrador y de ahí el resultado de estos cuatro años, un punto a considerar su voto hoy, revise si su candidato es buen administrador.
Por cierto, Moreno no era buen administrador y de ahí el resultado de estos cuatro años, un punto a considerar su voto hoy, revise si su candidato es buen administrador.
Comentarios